Lanzarote es una isla vieja con pieles nuevas por la amplitud y continuidad de sus erupciones volcánicas.
Sus materiales han ido rejuveneciendo sus paisajes, su potencial agrícola y su biodiversidad.

Los Ajaches, la primera isla emergida hace 19 millones de años. Un laboratorio para entender el desmantelamiento erosivo y el cambio climático.

Engaña (muchachos) en la aridez del Jable.

Flora endémica que gusta de vivir cerca del mar.

El vulcanismo reciente, creador de paisajes lunares y de paisajes agrarios como La Geria.

La yesquera roja, un endemismo lanzaroteño, ejemplo de la evolución de la vida en islas oceánicas.

¿Lagarto o serpiente?, una reliquia viviente y un indicador del cambio climático.

La agricultura, inconmensurable ejemplo de adaptación al medio. Conoce a través de un agricultor la vertiente ecológica, sus técnicas, sus semillas.

Hasta su avistamiento en Lanzarote en 2003, el lugar más sureño al que había llegado en sus migraciones este diminuto pájaro siberiano era el norte de Francia

Los Islotes, un punto caliente de biodiversidad con grandes recursos pesqueros; también un laboratorio para comprender el vulcanismo.